domingo, 9 de enero de 2011

Sol, vuelve a nosotros.

Otra vez las vanidosas nubes tiñeron de gris esta tarde soleada para arruinarme lo que pretendía ser una siesta no angustiatiba, sin escuchar el estallar de las gotas en el suelo, sin poder mirar afuera para encontrar los colores apagados y el cielo tan triste dejando caer lagrimas que se multiplican, un espectáculo en contacto con la naturaleza, relajante… pero aburrido a la vez. Ahora, bajo un techo , cerca de mi ventana salpicada, me voy llenando de pensamientos filosóficos, vacíos y profundos que solo una tarde de lluvia me puede regalar.
Me pregunto como actuará este efecto sobre la conducta de cada individuo, cómo caera la lluvia en sus mentes, sus pensamientos. Pero definitivamente esta tormenta intensifica la tristeza, en mas de uno.
Bueno, despues de todo no esta tan mal estar conmigo misma y las actividades de días de lluvia.; pintantome las uñas para mirarlas de lejos, leyendo libros y ordenándolos en sus estantes, escuchando música de efecto suicida, mirando peliculas que se miran de a uno.
Haciendo cosas para no dar gusto a nadie. Y eso me gusta.


1 comentario:

  1. tardes, mananas, noches, siestas, atardeceres la lluvia llega y se va cuando quiere no te pide permiso ni perdon no le importa el contexto que la rodea siemplemente ella existe donde sea como sea tiene su principio y fin y si tubiera conciencia no lo olvidaria jamas tal suceso me infunde un dulce pensamiento de compartir su precencia con la alegria la sonrriza el calor y la ternura de una mirada amante de un ser que no tenga absulutamente nada en comun con migo pero que este dispuesto a compartir aquello con migo tal como yo lo suyo que interesante este fenomeno natural que sin intencion alguna tiene la capacidad de generar un pensamiento diferente en cada quien inclusive en aquellos que pasan calculando cada idea friamente como yo

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